Educación colaborativa

 
Hoy hemos tenido la primera tutoría del curso escolar de nuestra hija mayor (4º Primaria). Aunque a veces me dicen que para qué voy a esto de las tutorías, la verdad es que me gusta ese contacto con el profesor o la profesora, y que nos conozcan. Considero que el entorno que rodea al alumno/a, en este caso mi hija, es importante para que todos los agentes, profesorado y familia, se hagan una composición de su situación concreta.

La cuestión es que hoy, durante la reunión, y tras conocer las valoraciones, excelentes por otro lado, del profesorado que atiende a mi hija en el centro, nos hemos llevado  felicitaciones por parte del tutor por ser, según él, nosotros, los responsables de los buenos resultados académicos y personales de la niña.

Me ha emocionado en parte ese reconocimiento, sobre todo porque muchas veces, me siento una especie de bicho raro por el simple hecho de implicarme en la educación de mi hija y en las actividades del centro. Qué le vamos a hacer,  considero que formo parte de una comunidad, la del centro escolar de mis hijas, y que mi responsabilidad en el mismo va más allá del mero cumplimiento del horario y de sus normas. No dejo a mis hijas en un aparcamiento mientras trabajo, sino que he pasado a formar parte de una comunidad más, como un subconjunto dentro del conjunto entrelazado de comunidades diversas a las que nos va encadenando la vida, y donde estaría bien que asumiéramos nuestra responsabilidad.

Las palabras del tutor han sido alentadoras para mí, y desde luego me animan a seguir en mi línea. No siempre entendida por muchas personas, y cuestionada por tantas otras. Pero desde luego, si esta forma de ser y de pensar produce resultados en el proyecto más importante de mi vida, como son mis hijas, ya me conformo con eso.

A seguir :-)

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