Reposando las ideas

Aquí estoy de nuevo. Han sido unos días de secano bloggero, totalmente ajeno a mi voluntad, producido por una nueva amenaza de aborto que me tiene en la camita, "incubando el huevo" (que por cierto parece que está bien).

Al igual que en mi último post, nada ha cambiado en lo que a alternativas de ocio se refiere. La televisión sigue siendo una basura, con el agravante ahora del momento electoral, que la hace aún más insufrible. De manera que me refugio en la lectura, en Internet (desde ayer), y sobre todo en mi hija Leire, que con su sonrisa y sus mimos me entretienen y hacen los días más llevaderos.

En estos días de descanso obligado he asistido al retroceso increíble de nuestra sociedad. Una sociedad que para mí, cada día más torna al blanco y negro. Porque no dejo de pensar en las algaradas obscenas de los norteamericanos celebrando la muerte de Bin Laden, los comentarios despectivos de sus dirigentes ante las quejas de los familiares de aquel, o el runrun más que creíble de sus prácticas de tortura, de las que ahora, curiosamente, ya no se escucha ni palabra.

No voy a poner en duda que Bin Laden era un terrorista. Y que ninguna ideología ni creencia justifica la pérdida de vidas humanas. Pero también hay que tener en cuenta cómo y por quiénes estuvo donde estuvo, cómo llegó a donde llegó, y en qué situación están quienes le rodean. Por otro lado, flaco favor hace USA a la democracia internacional con estos alardes de Rambismo, que con las pelis ya tenemos bastante. Decía un buen profesor de Derecho Internacional en mis años de carrera universitaria, que en Estados Unidos no se estudiaba la asignatura de Derecho Internacional, y por eso cometían los desmanes de los que alardeaban con sus barras y sus estrellas. Y parece que tenía razón.

Es lamentable, y otro paso atrás, que amén de la sonora bajada de pantalones de todos los líderes de la bienpensante Europa Occidental, esa que se dice de tradición cristiana, ante esta nueva fechoría americana, nos vengan ahora con que a lo mejor hay que apelmazar un poquito las fronteras, no sea que los pobres del sur vengan a tocarnos más las narices. Que está muy bien y es muy loable, a kilómetros de distancia, que se dejen la piel en las calles por defender sus derechos y libertades, pero amigo, no me toques la puerta pidiendo ayuda, que el buen samaritano vivía por tu zona y a mí me coge un poco lejos.

Lo dicho, un paso atrás. Y yo, mientras tanto, en la cama...

Comentarios

robertoC ha dicho que…
Cuídate, Sonia. Por cierto: +1 a tu opinión sobre el tema de Bin Laden.

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