Por qué Europa, ahora
Esta semana, Getxo se suma a otras ciudades europeas en la
celebración del Día de Europa. Se conmemora una fecha, 9 de mayo de 190, cuando
el Ministro de Asuntos Exteriores Francés Robert Schuman formuló la Declaración
que para muchos fue el pistoletazo de salida del proceso de construcción
europea.
Si el hecho de que Getxo se haya unido a este conmemoración
es una circunstancia cuando menos curiosa, no lo es aún menos su repercusión. Y
es que ha costado carros y carretas concitar el interés general de una serie de
actividades, presenciales y en la red, que tenían por objeto informar, mover la
reflexión, y aprovechar para generar debate y promover oportunidades de
acción-reacción.
La inercia de la ciudadanía ha provocado algunas de las
situaciones que padecemos en este momento. El dejarnos llevar, amparados por
una clase política que durante mucho tiempo nos ha tenido estafados bajo la
autocomplacencia, ha provocado una sensación de hastío y hartazgo para muchas
cuestiones. Y una de ellas es el proceso de construcción europea. Empleo este
término conscientemente, puesto que hablar de Unión Europea pone en guardia al
personal, y no da muchas opciones para el debate más allá de la crítica.
Ciertamente, este resultado se lo ha ganado a pulso, con una serie de políticas
y de medidas poco acertadas, alejadas de la ciudadanía, alejadas en definitiva
del espíritu que llevó a Schuman y sus acólitos a adentrarse en este complejo
proyecto.
Más allá de este desencuentro Unión Europea – ciudadanía, lo
que detecto es mucho desconocimiento de lo que hay detrás. Desconocimiento del
funcionamiento de las instituciones, desconocimiento de la relación entre las
regiones, desconocimiento de la operativa de los programas, iniciativas, y
diferentes convocatorias de apoyo a proyectos de diversa índole de los agentes
sociales y económicos de los países miembros.
Me llama la atención que mientras en regiones no tan lejanas
como Cataluña, se programan actos festivos para esta fecha, y se contemplan
iniciativas didácticas en los centros educativos para divulgar y dar a conocer,
sin embargo en Euskadi ha quedado denostado, oculto, como pasado de puntillas,
casi como sin querer hacer saber al público general, que, mal que nos pese,
formamos parte de la UE para algo más que las políticas económicas, y los
programas europeos que cada vez se difunden menos.
La iniciativa getxotarra, que ha conseguido llamar la
atención de dos diputadas de Estrasburgo, Izaskun Bilbao y Eider Gardiazabal,
así como del Director del Círculo de Empresarios Vascos, Enrique Portocarrero,
es una oportunidad para sentar las bases de una fiesta donde darse cita los
auténticos protagonistas del proceso de construcción europea, sus ciudadanas y
ciudadanos. Para debatir, reflexionar, promover iniciativas, compartir, y hacer
en definitiva entre todos, una construcción de Europa desde la base. Haciendo,
otra vez, política.
Feliz Día de Europa.
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