La Administración no es un restaurante

El sábado 30 de enero asistí a la charla que Alberto Ortiz de Zárate ofreció en el marco de las actividades de GetxoBlog, en el Hotel Tamarises de Algorta. Su título "No odies al Gobierno, sé el Gobierno", se mostraba sugerente, así que abusando de los abuelos me he escapado un ratito de mis obligaciones maternales para recuperar un trocito de mi vida profesional-social de antaño.

Aunque he llegado un poco tarde, el contenido básico de la charla se ha enfocado sobre todo en desgranar los grandes conceptos de las tendencias del hacer administrativo en el ámbito de Gobierno Vasco, en lo que a relación con el ciudadano se refiere: administración electrónica, open data, Zuzenean, Irekia, etc. De todo su contenido, me ha parecido interesante el planteamiento necesario de cambio de chip en la actividad administrativa, que ha de superar los clichés decimonónicos para modernizarse, apostando por la simplificación en los procedimientos, la participación del ciudadano, y la corresponsabilidad de éste y de la administración en la gestión de las diversas acciones que se llevan a cabo en este entorno y en las que ambos son partes necesarias: la administración no es un restaurante, como bien dice Alberto, ya que de manera ineludible tienes que interaccionar con ella, y no tienes opción de elegir.

También me ha parecido interesante la mención, muy por encima, del importante cambio cultural que supone todo lo que se está planteando en Gobierno en este ámbito. Se trata esta de una cuestión a la que ya me he referido en otros posts, y creo que es fundamental para que todos estos proyectos, apuestas o llamémoslo como queramos, funcionen adecuadamente, lleguen a toda la ciudadanía, y no terminen siendo proyectos para presentaciones, subvenciones europeas, o al alcance de unos pocos interesados en este mundillo. Está muy bien disponer de la tecnología y pensar en el cómo hacer estos proyectos, pero creo que es más que fundamental el implicar realmente a todas las personas que van a estar afectadas por ellos, puesto que sólo así podremos garantizar su éxito.

Precisamente al hilo de esto último, en el interesantísimo coloquio posterior han saltado a la palestra muchos comentarios, en su mayoría sobre Irekia, que dejaban entrever la desazón que este tipo de proyectos empiezan a dejar como lastre. Y es que (aun sabiendo que el proyecto Irekia acaba de empezar) el concepto de inmediatez parece perdido, no se percibe a nadie "al otro lado", con lo que el interés del ciudadano por participar, colaborar, etc. con el Gobierno, con la Administración, en definitiva, con y en los procedimientos administrativos y en las actividades públicas que le conciernen como miembro de la comunidad, ese interés como digo, sencillamente se diluye. Todo ello sin contar con que son muchas las iniciativas (Irekia, OpenData, plataformas en Twitter, en Facebook, InnoBasque, ...), tal vez demasiadas para que el ciudadano de a pie sepa lo que tiene que hacer, a qué o a quién dirigirse cuando quiera participar. Y si a esto sumamos el laberinto institucional de este país, donde ya de por sí parece que se tira la toalla por intentar un proyecto interinstitucional integrado, donde el ciudadano participe en los asuntos públicos, correspondiendo a las instituciones el asumir el papel y la acción que le toque en cada momento; pues si juntamos todo esto, la cosa está difícil.

De todas formas, y como ha señalado uno de los asistentes, es importante que este tipo de iniciativas continúen. Sólo así se mantendrá viva la llama por alcanzar una administración participativa, colaborativa, tanto para el ciudadano, como para el funcionario. Tal vez así se consiga algún día, un gran portal interinstitucional colaborativo y participativo, conocido por todos los ciudadanos. Como el Google de la Administración Vasca.

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